jueves, 11 de diciembre de 2008


Sol de medianoche


Cada día,Aurora es el principio

Del fin

El Corazón inconsciente

Por los campos- nuevamente-

Sin embargo cabalga

-cual rebelde voluntad que contrarresta

Hienas de pesadumbre inmaculadas

Al borde de un precipicio indiferente

Que no sabe de honores ni palabras-


Pues es el corazón un chaval inocente

Que fuma y bebe en la calle

Queriendo parecer grave


Pero grave sólo es la noche

cuando a ti te contempla,latido fulgente


El río sigue su curso.

Tú aún no has nacido


¡Crece corazón, madura!

Fúnebres son los ojos del búho entre el ramaje

Con lanza en ristre y pasión oceánica

Metálicos hastíos acometes


Mil guerras has batallado en espesuras cinceladas

-con mano desesperada-

Mil rosas a quemarropa diste-funestas todas ellas-

A sombras de sueños aún enjauladas

Que se ríen de tu nombre-

Tu nombre que no es reflejo cristalino

Sino grieta de vidriera encantada

En la noche cerrada


Siendo como eres mágico,imberbe

Nada parece ruín, nada acabado


La muerte detrás, no importa

Tu rocín es viento en popa

Puede sufrir ciento más -de las sufridas derrotas-


Aurora, aurorita mía

¿qué más puede hacer el pobre?

No hay dragones en las calles

Ni enemigo en las almenas

Sólo se atisba un bunquer

Sitiado por las bombas

Bajo el techo de estrellas


El corazón bajo el sol también corre

Tal estandarte ondea

Pese a los años

Como un niño aún patalea


Es mi corazón Aurora

Este que ves abrumado

Un día un dios allá en lo alto

Hoy cabaña de ermitaño


Eres también, corazón,

Cuando tú le contemplas, Aurora un paciente anciano,

-el mío no, el de otros-

Pues el mío es el mar

Frío

Donde nadie se baña


Aurora de los días desencantados

Umbral de la caída estrepitosa

¿Sobre cuántos futuros

Los ojos navegaron?


Batallas sobre un mar

Que no es un mar de esos de las grandes batallas

Sino lágrimas sobre la sábana insomne


Donde se navega siempre solo
Jonathan Benjamin Garcia de Quiros Rodriguez

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